rodeado de agua sagrada,
camine con la tunica empapada hasta su circulo
y ahi los vi, lo recuerdo.
reunidos alrededor de ese fuego que solo veian ustedes
y me mostraban la hoz
y yo, de rodillas quizas,
les mostraba con ambas manos mi cabeza.
recorde del ajedrez que guardaba en mis bolsillos
y se los mostre y algunos jugaron conmigo y me ganaron
y cómo me gusto...
hace mucho no jugaba al ajedrez.
con nuestras capuchas fuera,
vi sus cuellos sin dios,
dejando fluir esa sangre verde
como no beberla?
y mientras saciaba mi sed
ustedes se ponian mi cabeza y bailaban y jugaban,
como en algun rito celta de calabazas videntes.
me fui,
y olvidé mi espejo.
no sé si tambien mi cabeza
que suerte que jugue al ajedrez
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